miércoles, 15 de diciembre de 2010

La última cena







Capítulo 4


Rosa camina segura hacia el lugar donde tanto tiempo había soñado. Por fin uno de sus representados había dado el salto a la gran pantalla y su comisión había sido suculenta.

Respiro hondo, empujo la puerta de madera tallada y entro…… El mundo de Christian Louboutin la esperaba, un hombre negro, vestido igualmente, con pelo a lo afro la recibió con un rotundo

-Buenos días, señora

-Buenos días,- contesto Rosa

Miraba hacia las estanterías, soñaba con calzar unos zapatos de esta firma, era el momento de disfrutar, de prepararse para impresionar al hombre con el que tanto había disfrutado, con el hombre que la había hecho soñar, con el hombre con el que quería compartir su vida.

-Podemos ayudarla,- le dijo Omar un vendedor canario, alto, moreno, con un cuerpo moldeado con cincel.

-Claro que me puedes ayudar, - dijo Rosa. Quiero el modelo Metropolis en negro, numero 39.

-Perfecto, tome asiento. Quiere tomar algo?, - le dijo Omar.

-No gracias,- contesto Rosa.

Omar llego con las botas, las saco de un saco de raso rojo. Las botas le quedaban como un guante, hasta la rodilla, con la suela roja, significativa distinción de Louboutin. Se miro en el espejo y disfruto con la imagen que se reflejaba.

-Genial me las llevo,- grito Rosa.

-Algo mas señora?- contesto Omar.

-Tenéis el modelo Bibi en morado?.- le dijo Rosa.

-Lo miro, -contesto Omar

A los pocos minutos Omar apareció con los zapatos, - son los últimos que nos quedan- . Se los probo y una vez mas se sintió perfecta, disfruto de la imagen que veía.

-Es una locura, pero me los llevo también.- volvió a gritar Rosa.

-Muy bien señora, acompáñeme ,- le dijo Omar

-La tienda es preciosa, leí un reportaje sobre ella, pero las imágenes no le hacen justicia. Tendréis que disfrutar mucho trabajando aquí?

-Para mi es un sueño. – comento Omar. Yo trabajaba antes en YSL y cuando me cambie fue muy gratificante.

-YSL? Tenia pensado ir ahora, dijo Rosa. Buscaba un vestido para una cena especial que tendré en unos días.

-Espere un momento, allí trabaja Pedro, un buen amigo. Le voy a llamar para que le atienda el.

-Gracias,- contesto Rosa.

Omar le acompaño hasta la puerta, ha sido un placer,- comento. Para mi igual, muchas gracias, - comento Rosa.

Rosa caminaba por la calle Serrano, orgullosa de sus compras, pensaba el momento de estrenar sus zapatos. Imaginaba la reacción de su gran amor, penso en llamarlo, salto el buzon de voz.

Nuevamente abrio la puerta de cristal de YSL, Pedro, un hombre alto, con el pelo corto, tez morena y cuerpo delgado, salio del final de la tienda y se dirigio hacia ella.

-Buenos dias, señora. Acabo de hablar con Omar, la estabamos esperando.

-Buenos dias, muy amable. Buscaba un vestido para una cena especial…..,- comento Rosa

Pedro la enseño un vestido color gris plata, con falda globo, cuerpo de raso, lo acompaño con un bolero de lana, acabado en vison. Rosa se lo probo junto con sus nuevos zapatos, era increíble…….

-Me lo llevo.- comento una nerviosa Rosa.

-La sienta genial, parece pensado para usted. Donde vaya triunfara!!!!!.- comento Pedro.

Pedro miraba con insistencia a Rosa y Rosa percibia esas miradas.

Rosa decidio probarse el vestido con las botas que habia comprado minutos antes. Solicito la ayuda de Pedro para ponerse las botas. Pedro comprobo las piernas tan duras que tenia Rosa.

Rosa se sintio nerviosa al sentir las manos de Pedro.

Las botas igualmente resaltaban el espectacular cuerpo de Rosa. Posteriormente salio del probador, se dirigió hasta el mostrador, entrego la tarjeta y espero a que salieran con su vestido.

Mientras tanto Pedro, le sugería algún complemento mas……..

-Que le parece esta cartera de mano?,- comento el vendedor.

-Preciosa,- dijo rosa. Pero el mejor complemento de la tienda eres tu.

Pedro se sonrojo, y no sabia hacia donde mirar. Rosa relleno la tarjeta para recibir todo el mailing y dejo todos sus datos. De vuelta a casa imaginaba que llamaba Pedro y que los dos tenían una relación de sexo y pasión descontrolada.
Su móvil sonó, un numero desconocido aparecía en pantalla.

-Si,- contesto Rosa

-Hola Rosa, soy Pedro de YSL. Te llamaba porque me apeteceria tomar un café contigo alguna tarde de estas.- dijo Pedro

-Hola Pedro, me ha encantado recibir tu llamada. Por supuesto que podemos quedar cuando quieras.- comento Rosa

-Yo mañana no trabajo, podemos quedar sobre las 7. Yo vivo por Alonso Martinez,- dijo Pedro

-Perfecto, yo a las 10 he quedado a cenar, pero perfectamente puedo quedar a las 7,- dijo Rosa

-Genial, mañana volvemos a hablar y concretamos, - dijo Pedro

-Hasta mañana, entonces,- dijo Rosa

-Hasta mañana,- dijo Pedro

Rosa le dijo al taxista que parara, cogio de nuevo su móvil y marco un numero de manera muy rápida.

-Juan, por donde estas?,-dijo Rosa

-Estoy saliendo de la consulta,- dijo Juan

-Te recojo,- dijo Rosa

-Perfecto,- dijo Juan

-Por favor, paseo de la Habana, 54,- dijo Rosa al taxista.

Juan estaba parado delante del portal de su consulta, un edificio de 10 plantas, elegante, con puertas giratorias y mucha vegetación.

Abrió la puerta del taxi y se metió dentro.

Rosa le beso apasionadamente, Juan no podía resistirse y comento al taxista que se dirigiera al hotel Cuzco.

Juan le dio un billete de 50 euros al taxista y no espero a que le devolviera los 19 euros que sobraban. Juntos tomaron el ascensor y subieron al piso 7 donde el tenia su habitación permanente.

En el ascensor Rosa no pudo contener las ganas de besarle, deshizo el nudo windsor y empezó a besarle por el cuello, allí percibió el aroma que tanto le atraía la mezcla de rosa, muguete y neroli que tanto le recordaba a Marruecos.

La puerta del ascensor se abrió, rapidamente Juan se dirigió a la habitación 706, una vez dentro Rosa desnudo rápidamente a Juan. A Rosa le encantaba quitarle la ropa que con tanto esmero Juan compraba en Milan siempre que se escapaba de viaje.

Tres horas después, Juan le recordó a Rosa su cita para el viernes,

-Recuerda que el viernes tenemos la tercera sesión del blanqueamiento,- le dijo Juan.

-Te tenia que comentar que me voy mañana, me he tomado dos semanas de vacaciones a Thailandia.- explico Rosa

-Thailandia?.- dijo Juan

-Si, voy a acompañar a Mario, le han ofrecido el guión de una película allí, me ha pedido que le acompañe, es una oportunidad única para el y para mi.- rosa no se creía sus palabras, pero solo pensar que allí se encontraría con su gran
amor le hacia olvidar la mentira que le estaba contando a Juan.

-Me parece correcto, siempre te he comentado que un representante tiene que hacer cualquier cosa por su representado, dijo Juan. Rosa comenzó a vestirse bajo la atenta mirada de Juan.

-No te vayas todavía, quiero que pases la noche aquí,- comento Juan

-Es imposible, tengo que hacer la maleta, preparar vuelos, conexiones, hoteles….,- dijo Rosa.

-Siempre es lo mismo, acabas y quieres marcharte,- dijo Juan.

-Es mejor así, no quiero que tengas que llamar a tu mujer y que mientas, bastante daño la estas haciendo ya,- comento Rosa.

-Clara es cosa mía, no te preocupes por ella, como yo no me preocupo de tus novios, amantes, representados y demás,- comento Juan.

-No me vuelvas a hablar así, recuerda que esta relación es solo sexo, yo te hago sentir lo que tu mujer no te haría sentir ni en un millón de años,- dijo Rosa.

-Te he traído un regalo, hoy hace 16 meses que te conocí,- comento Juan.

Juan saco de su messenger negro de Loewe un bolsa de Nicol`s, una prestigiosa joyería de Madrid, saco una caja de terciopelo negro, se levanto de la cama y con su cuerpo desnudo, puso rodilla en suelo y se lo dio.

-Que haces?,- le dijo Rosa

-Lo he pensado muy bien, no quiero que solo sea sexo, no quiero verte en este hotel mas, quiero poder ir a restaurantes, viajar, ir por la calle contigo sin miedo a que nos vean juntos, quiero dejar a mi mujer…………., Juan abrió la caja y saco una sortija en oro blanco con diamante negro central en talla brillante y diamantes blancos en talla brillante.

Rosa no pudo quedarse de pie, para ella esta relación si era solo sexo, si quería que siguiera así, sin compromiso, sin restaurantes, sin viajes, sin paseos por la calle. Cuando quiso darse cuenta ya lucia en su dedo anular izquierdo aquella impresionante joya.

Rosa subió en el ascensor sin atreverse a decirle a Juan nada de lo que pensaba, ahora solo estaba centrada en su viaje a Thailandia, ademas pensaba en lo bien que quedaba su nueva joya con el vestido de YSL.

Rosa despertó sobresaltada, saco el iphone 4 de su nueva funda Prada y comprobó que quedaban 5 minutos para que sonara el despertador.

Se dio una ducha rápida, se aliso el pelo, eligió una pantalón vaquero pitillo, una camiseta blanca sin mangas, una americana azul marino, unas sandalias marrones y su bolso Fendi con el que siempre viajaba.

Sono el teléfono, le indicaban que el coche 136 estaría listo en 5 minutos para llevarla al aeropuerto.

Una vez en el aeropuerto busco el mostrador de business de Iberia. Alli facturo sus dos maletas, aun quedaban 80 minutos para embarcar. Decidio buscar un lugar de prensa donde comprar revistas para el vuelo.

Sin mirar a nadie, bajo unas gafas negras y contestando varios correos, tropezó con una niña. La niña se asusto y se puso a llorar.

-Perdona, no te he visto,- dijo Rosa quitandose las gafas.

Una chica se acerco rápidamente, e increpo a Rosa muy buscamente.

-A ver si tiene mas cuidado!!!!, a podido hacerle daño a mi hija.

-Carmen, Carmen!!!, gritaba una señora

-No pasa nada mama, Carmen esta bien, ha tropezado con esta señora, pero no pasa nada.

-Ha sido sin querer, contesto Rosa.

La niña le dio a su madre un billete que estaba en el suelo. Su madre lo cogió y leyó el nombre del viajero, comprobó que no era suyo. Se le había caído a Rosa cuando tropezó con la niña.

-Va ha Thailandia?.- Le dijo la madre de la niña.

-Si,- contesto Rosa

-Nosotras también, acabamos de llegar de San Sebastian y en 1 hora tomamos el vuelo.

-Le vuelvo a pedir disculpas, no he visto a su hija, por cierto me llamo Rosa

-Yo Ainhoa, esta es mi hija Carmen y esta es mi mama.

-Encantadas y nuevamente pido disculpas,- dijo Rosa.

-Voy a comprar unas revistas, antes de embarcar, las veo en unos minutos,- le comento Rosa.

Rosa se fue hacia el kiosco de prensa deseando que ellas fueran en clase turista y no tener que compartir vuelo con esos tres personajes.

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